En la atención de todo el alumnado en general y de el alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo en particular, cobra especial importancia el uso de los recursos didácticos en el ámbito educativo para la consecución de los fines establecidos. Para que esto sea posible, la LOE, en su Título II (Equidad de la Educación), establece que las Administraciones Educativas han de asegurar los recursos necesarios para el alumnado que requiera una atención diferente a la ordinaria por, entre otros motivos, presentar necesidades educativas especiales, dificultades de aprendizaje o condiciones personales o de historia escolar.
Según Gimeno (1998) cuando hablamos de recursos didácticos nos referimos a "cualquier instrumento u objeto que pueda servir como recurso para que mediante su manipulación, observación o lectura se ofrezcan oportunidades de aprender algo, o bien con su uso se intervenga en el desarrollo de alguna función de la enseñanza". Es decir, los materiales didácticos comunican contenidos para su aprendizaje y pueden servir para estimular y dirigir el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En cuanto a las funciones de los recursos materiales, Zabalza (1987), insiste en la idea de que no tienen sentido por sí mismos, sino que éste viene dado por el lugar que ocupan dentro del espacio curricular, por su relación con las necesidades, prioridades, objetivos, contenidos, actividades,... de ahí la importancia del uso correcto que hagamos de dichos recursos y de los criterios que usemos para la selección de los mismos. En este sentido, podemos ceñirnos a los siguientes criterios:
- Criterio evolutivo: tener en cuenta las características del momento evolutivo del alumno.
- Criterio científico: ser respetuosos con la naturaleza y estructuras propias de la disciplina a cuyo desarrollo sirven.
- Criterio didáctico: analizar en qué medida el material es potenciador de aprendizajes funcionales, significativos y constructivos.
- Criterio de coincidencia con el Proyecto Educativo: en cuanto a líneas metodológicas, selección de contenidos y objetivos,…
Además de estos criterios, la Secretaría de Estado de Educación (1992), establece los siguientes:
- Que no sean discriminatorios.
- Que permitan un uso comunitario.
- Que no degraden el medio ambiente.
- Que no sean excesivamente sofisticados.
- Que den información acerca de la edad a la que van dirigidos.
- Que incluyan normas de seguridad y elementos que intervienen en su composición.
Centrándonos en el alumnado con parálisi cerebral, pondremos a su disposición todo el material del centro: material didáctico de uso común, materiales adaptados y altamente específicos (destacando la dificultad de contar con estas ayudas como material del aula debido a su elevado coste). Así, dentro del material que expondremos en este apartado del trabajo, nos centraremos en aquellos considerados más convencionales y que, a pesar de ello, pueden resultarnos de gran ayuda en nuestros centros y fuera de ellos, para la atención a estos niños y niñas.
Así, los MEDIOS CONVENCIONALES, suelen ser, a su vez, clasificados en diversas categorías, como son:
1. Impresos (textos): libros, fotocopias, periódocos, documentos,... Aunque este tipo de materiales para alumnos con parálisis cerebral, que pueden presentar dificultades en la manipulación y en la lectura de comprensión, les resultarán complicados y poco interesantes.
2. Tableros didácticos: pizarra (clásica, blanca, de papel, magnética, electrónica, digital), franelograma. (Explicados ampliamente en la unidad nº 2 del libro: Gento Palacios, S(coord); Gallego Gil, D.J; Carretero Díaz, M.A. (2010): Materiales convencionales y tecnológicos para el tratamiento educativo de la diversidad. UNED. Madrid).

3. Materiales manipulativos: recortables, cartulinas, ábacos, bloques lógicos, regletas, tangram, rompecabezas, dominós,... Serán de gran utilidad para aquellos/as pequeños/as con posibilidades de manipulación.

4. Juegos: juegos de sobremesa, juguetes adaptados, juegos didácticos,... Los materiales lúdicos ofrecen muchas posibilidades educativas por su gran carácter motivador, por lo que deberíamos echar mano de ellos en nuestras escuelas, ya que suelen ser bastante fáciles de conseguir y nos permiten acercarle conceptos a los niños de forma, como hemos dicho, mucho más lúdica, atractiva y motivadora para ellos. Tendremos, por supuesto, que tener en cuenta las posibilidades de manipulación y movimiento del alumnado con parálisis cerebral.

5. Audiovisuales: permite que el alumnado asimile mayor cantidad de información ya que la perciben tanto visual como auditivamente. Los medios audiovisuales más utilizados en el medio escolar suelen ser: retroproyector, diapositivas, televisión, vídeos, rotafolio, franelógrafo,...
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